La cartelería digital o mejor dicho, gestión de la señal digital ha sido reconocida durante mucho tiempo por su capacidad para atraer el interés de los espectadores hacia las pantallas y hacia los establecimientos en donde se ubican.
Los beneficios del Digital Signage son obvios y muchos, y su capacidad al estar en red capacita a los usuarios a actualizar contenido en cualquier momento desde una ubicación central, lo que permite a los implementadores probar diferentes mensajes a través de todo un circuito localizaciones y medir la efectividad de cada elemento en función de cómo afecta al comportamiento del cliente. Esas mismas capacidades de red eliminan los costos, además de impresión y logísticos.
A partir de esto, hasta ahora solo se esperaban nuevas propuestas tecnológicas respecto a las pantallas, bien la instalación de un mayor número o tamaño de ellas, o bien resoluciones más altas o de menores consumos de energía.
Pero, aunque la tecnología de video permite la difusión rápida y fácil de un nuevo contenido, la mayoría de la cartelería digital ha sido tradicionalmente pasiva. El video puede atraer el interés de las personas, pero en la mayoría de los casos no es capaz de sentir y reaccionar ante esa presencia. No sabe si está lloviendo afuera, si hace calor o frío, o si la persona que ve ese contenido es hombre o mujer, un comprador en edad escolar o una persona de la tercera edad o en qué circunstancias se encuentra el negocio respecto a sus inventarios, ritmo de las ventas, aceptación de sus promociones, reacciones a los avisos e información que emite, o bien incluso la evaluación de la conversión publicitaria emitida.
Pero eso está cambiando, pronto van a existir plataformas SW que permitan que el espacio físico obtenga las ventajas del mundo online y permita el análisis particular de cada ubicación en diferencia del resto de estas de la misma cadena u organización.
Por otro lado, y a partir de la capacidad que con esto adquiere el Digital Signage, el surgimiento de Internet de las cosas (IoT) y de la importancia de la gestión del dato en su acumulación masiva en el entorno de cualquier negocio o empresa, promete expandir dramáticamente el poder de este.
Los dispositivos IoT y la gestión del Big Data, permiten que las pantallas digitales reaccionen a cualquier número de circunstancias externas, mostrando el contenido correcto en el momento correcto y a la audiencia correcta. Además, los datos datos provenientes de dispositivos IoT yu otras fuentes de datos, proporcionan información con una gran cantidad de información que bien tratada y gestionada, puede ser usada para mejorar las operaciones y la efectividad del contenido. Aún así, sin las herramientas adecuadas, aprovechar la potencia de la combinación data/pantalla digital puede ser una tarea casi imposible si no se aborda a través de una plataforma SW con potencia suficiente para gestionar multidispositivos (no únicamente pantallas) y gestionar el dato proveniente de múltiples fuentes, tanto internas como externas.
En su historia relativamente breve, la señalización digital se está convirtiendo en una de las formas dominantes de mensajería en el mercado. Aunque no ha habido muchos estudios en profundidad sobre la efectividad de la señalización digital, en los últimos años, hay muchas estadísticas que demuestran su poder. En el mundo minorista, la cartelería digital tiene una tasa de impacto del 83% y casi el 80% de los clientes dicen que entraron a una tienda porque una pantalla digital les llamó la atención. En restaurantes rápidos ayuda a acortar el tiempo de espera, con un 29.5% de los clientes que optan por adquirir menús sugeridos por la pantalla.
En la atención médica, el 75% de los que ven una pantalla digital en un hospital podría recordar al menos un mensaje que vieron. Se han encontrado resultados similares en otras verticales también, sin embargo, en muchos de esos ejemplos, la señalización se centra básicamente en la exhibición de mensajes en un bucle, no influenciados por las personas que lo ven o por las circunstancias que rodean al establecimiento.
Es lógico, entonces que, si los implementadores pudieran encontrar una manera de orientar los mensajes que se muestran en cartelería digital basada en factores externos que ocurren en el momento o dirigidos a la demografía del espectador, se potenciaría el poder de emisión en las pantallas digital.
Cuando se trata de señalización digital y si se utiliza una herramienta que es capaz de gestionar múltiples datos provenientes de sensores IoT, ERPs, CRMs, Videocámaras, etc; y con la combinación de diferentes pantallas u otros dispositivos (teléfonos móviles, megafonía, impresoras de ticket, etc, dan como resultado una señalización digital que:
• Responde a cambios con respecto a las condiciones del entorno.
• Se ve afectado por otros sistemas, sensores y fuentes de datos.
• Es sensible al entorno.
Algunos de los dispositivos de datos más comunes en uso hoy en día incluyen:
• Balizas que se comunican con el teléfono inteligente de una persona. Un comprador, por ejemplo, podría tener una aplicación de la tienda en su teléfono. Esa aplicación podría proporcionar el historial de compras del comprador, que permite mensajes como «La última vez que lo visitó compró un par de pantalones. Aquí hay algunas selecciones de zapatos que coincidirían con esos pantalones perfectamente.»
• Termómetros que pueden activar la visualización de contenido en función de la temperatura actual. Un restaurante rápido, por ejemplo, podría mostrar contenido promocionando una sopa caliente y combinación de sándwich cuando la temperatura cae por debajo de 10 grados, o anuncios de helado cuando el mercurio se acerca a los 30.
• Cámaras que funcionan con software de análisis para determinar información demográfica básica sobre el espectador. Esto permitiría a los implementadores mostrar contenido apropiado para un grupo de adolescentes, para niños o para un hombre de mediana edad según las características del público.
• Sensores GPS montados en vehículos de transporte público que se comunican con la pantalla digital y se exhibe en paradas de autobuses o estaciones de metro, alertando a los pasajeros sobre su inminente llegada.
• Fuentes de datos externas, como sistemas de punto de venta o sistemas de back-office informarían sobre si hay existencias o no, o cómo va la evolución de las ventas para a partir de ahí emitir más o menos anuncios relacionados con el producto. Los Menuboards en un restaurante podrían eliminar automáticamente un elemento del menú si las existencias se están agotando o desencadenar una promoción en un determinado artículo si hay un exceso de oferta … o está próximo a caducar el producto. En una oficina de ventas, las pantallas pueden mostrar una cuenta regresiva para los objetivos de ventas en tiempo real y muestra un mensaje de felicitación cuando los objetivos son alcanzados. En un campus universitario, centro de atención médica, edificios de oficinas o centro gubernamental, las pantallas pueden mostrar automáticamente mensajes de emergencia dirigiendo a los espectadores a espacios seguros en caso de incidencias o emergencias u otras situaciones donde la vida puede estar en riesgo.
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