EL MARKETING DE CONVERGENCIA. Una nueva opción.
Enrique Ruz
Existen nuevas opciones de negocio que surgen de la convergencia de otras actividades ya maduras y aceptadas por los mercados; actividades –en la mayoría de los casos- que han alcanzado su plenitud y madurez de explotación y se ven inmersas en la búsqueda de nuevas alternativas de negocio que permitan crecer –o en la mayoría de los casos- mantenerse en una cuota de mercado.
El problema de la evolución positiva del sector competencia, se subsana con creatividad e innovación, y esta innovación pasa a veces por provocar sinergias de colaboración entre otras empresas, a veces hasta competidoras en otras actividades.
Este fenómeno obliga a la iniciativa empresarial a salir de sus muros, a no pensar solo en sus opciones particulares de negocio basadas en las oportunidades que su producto/servicio ofrecen, sino buscar el valor añadido que su producto adquiere cuando va unido a la fuerza de un segundo y de un tercero, y cómo juntos, adquieren el valor de unir valores y aportar una solución más amplia para el consumidor.
La innovación debe venir precedida por una elevada capacidad de innovación, ya no es suficiente la creatividad, la creatividad en términos de marketing puede llevar simplemente a una evolución de la competencia a partir de la “compra de cuota de mercado”. Esta innovación, tan reconocida y aceptada como gran alternativa para salir adelante y triunfar en los mercados, provoca la cada vez mayor entrada en la espiral de la oferta sin generar más demanda, provoca un importante incremento de la competencia y esto a su vez conlleva un notable decremento de puestos de trabajo y la eliminación de unidades empresariales intermediarias.
Hablamos de una innovación en el mensaje, de una creatividad al servicio del producto, de una propuesta al mercado para que acepte mejor el producto X sobre la elección del Y; pero no hablamos de ampliar mercados, de buscar nuevos perfiles de cliente; pero sobretodo, de lo que no hablamos es de las nuevas necesidades del potencial cliente. Ultimamente vivimos la propuesta de una oferta orientada a atender los sentimientos del individuo, identificamos sentimiento con el producto, pero no analizamos las necesidades que genera.
A partir de ahora debemos cambiar a la hora de alentar nuevas demandas, debemos abordar al cliente a partir de él mismo, poniéndole realmente por encima de nuestra propuesta. La imagen de marca pierde valor frente al valor que tiene en sí misma la necesidad de la persona. Identificamos a ésta como eje central de nuestros análisis y de forma desprendida sin preocuparnos por nuestra competencia.
En el desarrollo empresarial basado ne Estrategia de Convergencia nos encontramos con un nuevo mercado naciente que no goza de popularidad, ni mucho menos de aceptación e incluso le sobran los detractores. Hablamos de mercados sin crear, que surgen por la necesidad manifiesta del individuo y que obligan a la convergencia interempresarial; son mercados que adolecen de forma, regulación y definición de actores.
Quien abandere la iniciativa de la Estrategia de Convergencia liderará el mercado en su estado de madurez; la empresa que asuma esta labor asume el riesgo del fracaso, pero la opción del triunfo; asume el retraso de la consecución de objetivos, a cambio de titular el nacimiento de una nueva opción; asumen la inversión, a cambio de asegurar un posicionamiento de líder; pero sobretodo, lo que asume es, la voluntad de temer a la competencia, la voluntad de unirse y abrirse a todos y a cualquiera, viendo a todos como potenciales socios estratégicos, ya no más como competidores.
En este rol se asume que defines el futuro, que actúas con los organismos de regulación, homologación y normas; que actúas por encima de todos, pero trabajando para todos. Ayudas a crear un nuevo mercado no existente hasta ahora, creas unas nuevas opciones empresariales; creas en definitiva opciones empresariales y laborales, pasas de vivir en un mercado “devorador de puestos de trabajo”, a un mercado generador de riqueza, generador de iniciativas empresariales y por ende, generador de puestos de trabajo.
Estamos hablando de alternativas sin forma ni método y nos referimos a las empresas que dan forma y método sin escatimar espontaneidad y sobretodo generosidad a la hora de transmitir conocimiento. Al dirigirnos al término Estrategia de Convergencia, nos referimos al concepto de unir interese de varias empresas, trabajando en paralelo con los organismos regulatorios, para, de una forma rápida y ordenada, se creen los nuevos negocios a partir de la definición de estrategias particulares e agrupadas.
Se viene hablando en el último año de la estrategias del megamarketing, en cuanto a que influye no solo en el consumidor potencial y generar su demanda (marketing tradicional), sino en saber gestionar el poder, la administración política y las Relaciones públicas a este nivel; la Estrategia de Convergencia no cae en la búsqueda particular de éxitos a costa de actuaciones a veces manipuladoras y de coacción; provoca unión y cohesión entre las empresas e intereses en los poderes públicos. Genera ilusión y opción; las dos grandes espadas de combate de la vida.
Quien aborda una Estrategia de Convergencia debe tener capacidad de liderazgo, capacidad de riesgo y altas dotes de altruismo, pero ojo, sin olvidar los interese mercantiles de ganar dinero.
El método pasa por provocar el interés de los actores del nuevo negocio, proponer el trabajo en equipo al margen de las estrategias particulares y transmitirles el reconocimiento de que va a ser ellos quienes lideren una nueva evolución.